A los 35 años comienza la pérdida de densidad mineral ósea. La continuidad del tratamiento farmacológico, el consumo de calcio y vitamina D, acompañado por cambios en el estilo de vida le ayudarán a prevenir la enfermedad y fortalecer la masa ósea
La osteoporosis es una enfermedad sistémica, caracterizada por una disminución de la masa ósea y deterioro de la micro arquitectura de los huesos. El avance de la patología trae como consecuencia una mayor fragilidad ósea y un aumento en la susceptibilidad de riesgo de fractura. Puede ser asintomática hasta que se produce alguna ruptura ósea, como primera manifestación clínica de la enfermedad.
Elizabeth Natale, especialista en ginecología, explicó que “aunque el proceso de pérdida ósea se produce paulatinamente a partir de los 35 años de edad, es tan lento que puede pasar mucho tiempo antes que el paciente lo note o se lesione”. En general, las mujeres corren mayor riesgo de osteoporosis que los hombres, debido a que después de la menopausia se sufre una rápida pérdida de hueso, como consecuencia del descenso de estrógenos.
Para diagnosticar la osteoporosis y evaluar el riesgo de factura, es importante realizar una historia clínica completa y practicarle al paciente una densitometría ósea. Una vez obtenido el diagnóstico de osteoporosis, es importante que el médico indique un tratamiento que combine terapia farmacológica y no farmacológica, esto incluye: cambios en el estilo de vida y realizar ejercicios físicos con regularidad, aumentar la ingesta de calcio y vitamina D.
El ácido zoledrónico de 5 miligramos es una buena opción para las personas con osteoporosis que estén polimedicadas y tengan alguna afección estomacal, ya que se trata de una infusión endovenosa que se coloca anualmente, es eficaz en la prevención de fracturas y cuenta con altos niveles de tolerabilidad.
La doctora Natale, explicó que el paciente con osteoporosis debe educarse para cambiar sus hábitos y mejorar su estilo de vida. Es muy importante lograr concientizar sobre la importancia de la enfermedad y las consecuencias que podría tener una fractura. “La paciente en ocasiones no mide estas consecuencias por tratarse de una enfermedad asintomática y aquí radica el incumplimiento de la terapia indicada”, concluyó la galena.
Prevención
• Una dieta rica en calcio y Vitamina D, es indispensable para mantener la salud ósea, se debe ingerir entre 1 – 1,5 gramos de calcio diario y entre 400 -800 UI de Vitamina D.
• El estilo de vida es fundamental: evite factores de riesgo como el cigarrillo, alcohol y sedentarismo. El ejercicio diario fortalece el músculo y la estructura ósea.
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