El pasado 29 de marzo se celebró lo que ha sido considerada la boda del año, la bella del merengue Liz, se casó con el magnate venezolano Raúl Quero, en una ceremonia civil en la intimidad, y una fiesta por todo lo alto en el salón Plaza Real del hotel Eurobuilding.
Liz estaba radiante con un vestido “exclusivo” del trujillano Ángel Sánchez, el imponente traje, no resultó tan exclusivo, días después de la fiesta, las diferentes páginas Web dedicadas a las misses, informaban la noticia, gracias a ellos se descubrió la verdad oculta.
El diseño de Liz ya lo había usado Ana Karina Añez Miss Venezuela 2003, en Miss Universo 2004. Aunque la venezolana no clasificó, igualmente lo desfiló en las preliminares de la justa de la belleza universal en Ecuador.
Diego Kapeky habló con Liz a su regreso de un viaje pre luna de miel, la intérprete de El mal de amor se cura, se mostró sorprendida por la noticia.
“Estoy impactada con todo esto, yo fui al taller de Ángel Sánchez y allí se me trató súper bien, se me dijo que mi vestido era exclusivo, y que era el primero en ese estilo que salía de allí, cuando hablé con ellos les dije que quería algo estilo flamenco, y se me fueron mostrando opciones, nunca me imagine que algo así iba a suceder”
- ¿Tú pagaste una exclusividad?
- ¡Claro! Tanto es así que por la premura de la fecha, se me habló de usar el vestido que utilizó Sandra Bullock en su boda, y me negué, les dije: yo quiero el vestido de Liz.
- ¿Cómo te sientes con esta situación?
-De verdad que impactada, no he visto el vestido de la miss, pero se me dice que es idéntico, de verdad no entiendo que sucedió.
Qué se derrumben los mitos
Oír hablar a Liz sobre este triste suceso, nos llena de preguntas sin respuesta:
¿Cómo puede suceder algo así? ¿Por qué se juega de esta manera con una mujer, en el día más importante de su vida?
Se supone que el vestido de novia es la joya de la fiesta, todo el mundo está pendiente de cómo va vestida, más que de cualquier otro detalle. Liz estaba radiante, hermosísima, pero su vestido no era exclusivo como se le aseguró.
“El detalle de los mitones me pareció fabuloso, al igual que el chal que utilicé, que fue un regalo de Ángel Sánchez para mi. Mi vestido lo siento mío, no quiero ver el vestido de la miss, me haría daño', destaca Liz.
Después de esta situación ¿Qué dirá el diseñador de fama internacional al respecto? ¿Será el derrumbe de un mito? ¿Existirá alguna disculpa para la cantante? Las respuestas quedan en el aire.
Fuente: Diego Kapeky
Abril 2008 |