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¿Dos chicas, y se hacen llamar Ella Baila Sola? Puede que te choque, lo que sabemos, pero detrás de ese nombre, aparentemente extraño, se encuentra este
nuevo dúo madrileño de 21 años que ya es una de las mejores sorpresas musicales del momento.
Ella Baila Sola es una frase que sugiere. Puede que te
recuerde a aquella canción de Sting (``They dance alone") o que te asombre el que siendo un dúo hayan elegido un nombre en singular. Pero también puede traerte a la cabeza la todavía chocante imagen de una
mujer decidida, sin miedos ni prejuicios, contoneándose en solitario ante los ojos de los típicos tiburones de discotecas. Todavía me impresionan las historias que han sufrido las mujeres en algunos países y
entre determinadas comunidades en las que todavía sigue sin estar bien visto el que ellas bailen solas. Está claro que ante este tipo de cuestiones Marta y Marilia van por libre. Con su edad no es difícil
adivinar que todo empezó en el colegio. Se conocieron haciendo COU y su afición musical fue lo que las unió definitivamente. Marta siempre había cantado en casa, en el colegio. Marilia, de nombre brasileño y
de sangre alemana, portuguesa y española, escribió su primera canción a los once años.
Un día prueban a cantar juntas y descubren que sus voces encajan a la perfección. De hecho, al oírlas uno termina
teniendo la sensación de estar escuchando una única voz. No tardaron en encontrar el típico grupo de rock al que poder hacerle los coros en sus primeros conciertos por algunos colegios mayores. Mientras
tanto continuán componiendo tímidamente sus temas sin ningún tipo de ambición y por puro placer personal. Empienzan cantando en inglés, idioma que ambas dominan gracias a sus estudios. Una tarde que están en
El Retiro escuchando a Javier Alvarez ven como el productor Gonzalo Benavides le da a éste su teléfono para empezar a hablar sobre la posibilidad de grabar el disco que le ha dado a conocer. Marta no pierde
la oportunidad y apunta también su número. Le llaman de manera inocente con la intención de hablarle del grupo en el que están, hasta que Gonzalo descubre que también hacen sus propios temas y empieza a
interesarse mucho más por ellas. Afortunadamente para todos las convence para que empiecen a escribir en castellano pero todavía guardan una larga colección de canciones en inglés de las que han escogido dos
como regalo sorpresa al final del compacto. Sí, son tan buenos que yo también pensé que eran versiones.
Desde ese momento han pasado casi tres años preparando maquetas, grabando algunos temas y
dando pequeños conciertos en varias salas madrileñas y, por supuesto, también en el Retiro. El resultado lo tienes en tus manos. Ellas escriben y componen -juntas y por separado- todas sus canciones. Hablan
de temas cotidianos, sentimentales y sociales y no se cortan a la hora de mostrar el lado femenino del asunto. Hay ecos de infidelidades, engaños y desengaños, y algo de sexo rápido e inseguro. ``Lo
echamos a suertes", su primer sencillo, es un retrato de la habitual pérdida de ilusión dentro de una pareja contada con guiños cómplices en las letras que no pasarán desapercibidos para todas las
mujeres que la escuchen. Pero hay otros textos en los que también intentan mostrar el mundo de las mujeres al que no aspiran y lo hacen contándolo y cantándolo en primera persona, con muchísima ironía, en
``Mujer florero" ``quiero ser tu florero con mi cintura ancha / muy contenta cuando me das el beso de la semana ./ Es mi sueño todo limpio/ es mi sueño estar en bata y contar a las vecinas las desgracias
que me pasan." Usan también la misma fórmula en ``El negro" para denunciar una situación de injusticia cotidiana vivida en el Metro y en la que no faltan ciertas dosis de racismo. Pero sus canciones se
van desgranando poco a poco y de forma muy placentera a lo largo de todo el disco. Te sorprenderás envuelto por la pasión de canciones como ``Cuando los sapos bailen flamenco" o ``Por ti", por la fuerza
rítmica, rockera incluso, de ``Entra", ``Victoria" o ``Amores de barra", o por los impactantes reproches sentimentales que afloran en ``Mejor sin ti" y ``No lo vuelvas a hacer".
Musicalmente hacen
canciones redondas, de melodias bien elaboradas y estribillos reconocibles. Las posibles comparaciones con Vainica Doble o Indigo Girls resultan tan inevitables como forzadas. Las posibles coincidencias
nunca han sido premeditadas y podrás comprobar por ti ismo como, sorprendidas, niegan incluso conocerlas.
Si eres de los que tras escuchar el disco todavía tienes alguna duda, debes verlas en directo y
comprobar como son artistas reales, cantantes creíbles surgidas por la simple pasión que produce el poder cantar y tocar canciones, totalmente al margen de proyectos huecos rebozados en marketing. Es muy
gratificante encontrarse con dos nuevas compositoras de la talla de Marta y Marilia que además cuentan con unas voces excepcionales. Ellas nacen ahora al mundo y sólo tienen que cogerlo con sus manos y
guardárselo en un bolsillo mientras giran sobre sí mismas al margen de todo lo que les rodea. Estoy seguro de que a partir de ahora bailarán más a menudo pero nunca jamás volverán a estar solas. Nos tendrán
con ellas todos aquellos que, simplemente, disfrutamos con lo que hacen.
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