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Hace 10 años el arte contemporáneo encontró un espacio en Coro
El Balcón de Bolívar
y Falcón están de fiesta
El Museo de Arte Coro, sala anexa del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas
Sofía Imber, conmemorará el 26 de noviembre su décimo aniversario con una programación especial y la mejor de las noticias: la ampliación de sus espacios a partir de la donación de un terreno de 664 metros
que ofreció la Gobernación del estado. Los visitantes de la casona colonial llamada Balcón de Bolívar podrán apreciar parte de la Colección permanente y participar en conferencias, recitales y conciertos.
El arte contemporáneo está al amparo de una ciudad colonial. Hace 10 años, el 3 de junio de 1988,
el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber, la Fundación Banco Hipotecario de Falcón y la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda,
suscribieron un convenio para la creación de un museo de artes plásticas, que se hizo realidad el 26 de noviembre de ese año, con la inauguración de la primera exposición del Museo de Arte Coro, el
cual se encuentra actualmente bajo la coordinación de Dora Lugo.
En conmemoración a esta última fecha se ha organizado una serie de eventos que se llevarán a cabo a lo largo del mes de noviembre
y que tendrán como día central el jueves 26 cuando será reinaugurada la colección donada por María Rivas Roz y una muestra de obras de Armando Barrios, legadas por el artista. También será abierta al público
la sala superior donde se encuentra el proyecto arquitectónico de recuperación y ampliación del Museo, en el cual se aprecia el uso que se le dará al terreno de 664 metros donado por la Gobernación de Falcón
en el marco de este aniversario.
Otros eventos organizados en torno a la fecha son el Recital de poetas falconianos, en el cual participarán distinguidos escritores de esta región reconocida por
la presencia de grandes amantes de la palabra y una serie de eventos musicales entre los que encuentra el recital de Reina Rivas, hermana de María Rivas Roz y poseedora de un incomparable tono vocal. También
se llevarán a cabo conferencias, talleres y visitas guiadas a través de las cuales se ofrecerá un análisis del arte de este siglo.
En el acto de inauguración de la Colección del Museo de Arte
Coro y la apertura de la sala en la que se expone el proyecto de ampliación, estarán presentes importantes figuras del ámbito cultural regional y nacional, así como representantes del MACCSI y del Gobierno,
quienes se referirán al desarrollo de uno de los centros culturales regionales más pujantes del país.
Descentralización pionera
Ni bien hubo sentado sus bases cuando ya contaba con una colección de respaldo. El Museo de Arte Contemporáneo de Coro fue siempre una
institución precoz, que bajo la dirección general del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber se posicionó rápidamente entre los museos del interior del país con más posibilidades de desarrollo,
como lo demuestra la constante expansión de su colección y en poco tiempo también de su estructura física, gracias a la donación del terreno anexo a su sede.
Cuando este espacio fue fundado, en
1988, el entonces Presidente de la República, Jaime Lusinche, vislumbró el camino de descentralización cultural que de manera pionera proponía el MACCSI. Ese día se inauguró una gran colectiva de arte
contemporáneo de la Colección del Museo caraqueño (Picasso, Monet, Rodin, Braque, Leger, Chagall, Botero) en la que el mandatario expresó: ``Es la primera vez que en Venezuela ocurre algo similar, que una
muestra tan importante de un museo metropolitano venga a la provincia representando así una suerte de descentralización de la cultura, lo cual no deja de ser bastante auspicioso y de señalar el avance de
nuestro país".
Y la ciudad seleccionada para comenzar la ruta de esta expansión por la geografía venezolana no podía ser otra que una de las primeras habitadas en esta tierra, una ciudad
fundada en 1527 por Juan de Ampíes que actualmente ostenta el título de ``Patrimonio Cultural de la Humanidad" otorgado por la Unesco y que dada la comunión que mantiene
entre su tradición arquitectónica y la fructífera y reconocida actividad plástica, musical y literaria es denominada con justicia nuestra Ciudad-museo.
En esa unión de lo antiguo con lo
contemporáneo está basada la hermosura enigmática del Museo de Arte Coro, el cual desde su fundación tiene como sede permanente una conocida mansión colonial ubicada en el casco arquitectónico colonial,
cerca de la Catedral, la Plaza Bolívar, la Iglesia y el Convento de San Francisco, la Iglesia de San Clemente, el Templete de la Cruz, la Casa del Sol, la Casa Nazaret, el Centro Cultural Pablo VI, la Casa
Santa Rosa y la Plaza Falcón, y se integra armoniosamente al Museo de la Cerámica Histórica y Loza Criolla, la Casa de los Arcaya y el Museo Diocesano Guillermo Castillo.
Arte actual en dos siglos de adobe
La Casa de los Senior o Balcón de Bolívar es un
modelo constructivo de las casas urbanas de la época y es una de las primera edificaciones con balcón de esta ciudad. Su arquitectura responde a los valores constructivos hispanos, a la influencia curazoleña
y canaria. Fue construida por Don Alonso Gil de Reinoso, alcalde de Coro en 1759. En 1824 pasa a ser cuartel tras la voladura de la "Casa del Parque", hecho ocurrido en 1821, y dos años después, el
23 de diciembre de 1826, llega Bolívar a Coro y pernocta allí. En 1896 es comprada por la familia Senior y setenta años después, en 1966, decretada monumento nacional, por resolución publicada en la Gaceta
Oficial.
Dice el historiador Carlos González Baptista que en la casa se utilizó como material constructivo básico el adobe: paredes dobles de adobe con rafas en los ángulos y puntos cruciales de
la estructura en mampostería, con hiladas de piedra en formas de laja. La fachada más expuesta a la inclemencia de los elementos, la de oriente, se encontraba desde los cimientos totalmente aforrada de
ladrillo y mezcla. Y las maderas utilizadas eran cedro, cardón, pardillo, y cuaguaro. Sin embargo, la casa ha tenido reformas a lo largo de dos siglos de historia.
En 1995 el Conac evalúa sus
condiciones físicas y considera la restauración y el rescate de la vivienda y el redimensionamiento de los espacios, instalaciones y servicios que presta como institución museística. El arquitecto Tomás Lugo
presenta el Proyecto ``El Balcón de Bolívar. Museo de Arte de Coro", una proposición de recuperación y ampliación.
Muestras de un crecimiento propio
Dos exposiciones mostrarán desde el 26 de noviembre el crecimiento sostenido del Museo de Arte Coro:
la ``Colección María Rivas Roz" y el ``Proyecto de Recuperación y Ampliación. (Museo de Arte Coro. 1997-1998)". La primera fue donada en 1995 por la falconiana María Rivas Roz y está constituida por 53 obras
de pequeño y mediano formato entre pinturas, esculturas y cerámicas, representa la creación de importantes artistas venezolanos, en su mayoría galardonados con premios nacionales.
La colección
Rivas Roz reúne creadores de la Escuela de Caracas, Taller Libre de Arte, el Techo de la Ballena y Los Disidentes, movimientos artísticos que propician profundos cambios y renovaciones estéticas en los
planteamientos de la época. Entre ellos Armando Barrios, Pablo Benavides, Feliciano Carvallo, Marcos Castillo, Carlos Cruz-Diez, Pedro Angel González, Luis Guevara Moreno, Luis Alfredo López Méndez, Víctor
Millán, Pascual Navarro, Mercedes Pardo, Héctor Poleo, Elisa Elvira Zuloaga y Armando Barrios.
Precisamente este artista tiene una presencia destacada en esta exposición. Desde su época de
estudiante, Barrios ha seguido su investigación centrado en la figura humana, que evidencia una evolución coherente y continua. La línea se desliza progresivamente y va eliminando gradualmente lo
representativo. Este proceso lo hace visible, llegando a la abstracción total, retornando nuevamente a la figuración.
Por su parte el Proyecto de Recuperación y Ampliación realizado en 1997 por
la arquitecto Maricarmen Sánchez de R. permite vislumbrar cómo será desarrollada el área adyacente al Museo, ocupado actualmente por un galpón que cumple en forma parcial la función de depósito de obras de
arte, y cómo se contempla recuperar el inmueble a su condición natural de estructura bioclimática, saneandola y dándole un uso cónsono con estas condiciones.
La ampliación permitirá tener
áreas de exhibición, que acogen obras de arte sin restricciones de formato, procedencia ni ambientación específica, y nuevos espacios administrativos y docentes para cubrir las necesidades tanto de área como
de calidad ambiental de los mismos. Como una intervención de nueva arquitectura en un casco histórico implica asumir una serie de cuidados, se plantea hacer la nueva entrada en la única fachada del edificio
-en un muro ciego que se desprende del Balcón- mediante un ligero cambio de dirección que da la continuidad en la dirección del zócalo y la cornisa. Así el balcón no pierde el protagonismo y el portal sigue
siendo el acceso principal del Museo.
Finalmente, si bien los espacios interiores se trabajan en un lenguaje espacial y técnico contemporáneo, hacen referencia constante a los elementos básicos
conceptuales de la arquitectura tradicional coriana que se reconoce en un zaguán, unas galerías y un patio reinterpretado, conformados por grandes muros estructurales que permiten lograr un diálogo armónico
entre dos edificaciones y dos épocas. |