Desde tiempos remotos la lepra – una enfermedad infecciosa causada por el Mycobacterium Leprae – afectó prácticamente a cada país del mundo, antes de que fuese desarrollada una cura efectiva. La sociedad tuvo que lidiar con esta enfermedad aislando a las personas que la padecían y los mal llamados “leprosos” eran virtualmente separados de sus familias y de las comunidades en que vivían y recluidos en villas alejadas, para evitar que contaminaran a otros.
Hoy vivimos en un mundo distinto:
La lepra está a un paso de ser erradicada
Novartis, a través de la Fundación de Novartis para un Desarrollo Sustentable ha jugado un papel importante en la lucha contra este flagelo. La lepra, cuyo período de incubación es de 5 años y cuyos síntomas pueden aparecer 20 años después de haberla contraído, era considerada, más que una enfermedad infecciosa, una penosa aflicción. Se tenía la creencia popular que las personas eran “castigadas” con la enfermedad si habían sido malas en una vida pasada o les había caído “mal de ojo”.
Quienes la padecían, se avergonzaban de su condición y vivían recluidos por miedo al rechazo social. En este contexto, las personas no se trataban a tiempo, no sólo posponiendo su curación, sino además, trayendo como resultado el agravamiento de los signos de la enfermedad tales como la pérdida de los miembros, afectación de los ojos y del sistema nervioso, signos visibles en la piel, todo lo cual a su vez perpetuaba el estigma negativo que rodeaba a la enfermedad, convirtiéndose así en un círculo vicioso.
Alrededor del mundo, se están realizando varios esfuerzos para cambiar la imagen negativa que conlleva la enfermedad y motivar a los pacientes a iniciar la medicación a tiempo. Por ende, actualmente remover el estigma asociado a las deformidades, su prevención, corrección y eventual rehabilitación es también parte vital del proyecto de salud contra la lepra.
La desesperanza ha dado paso a un nuevo capítulo en la vida del paciente. Se ha logrado un progreso importante, pero la batalla no la hemos aún ganado. Por ello, Novartis continúa trabajando con el compromiso de llevar a cabo sus objetivos hasta que la enfermedad sea totalmente erradicada. Dos de los tres medicamentos para tratar la lepra en el mundo entero son investigados y producidos por Novartis.
Durante las tres últimas décadas, el progreso en combatir esta enfermedad ancestral ha sido impresionante. El comienzo se dio en 1981, cuando la OMS declaró como tratamiento estándar más efectivo la multi-terapia. El concepto de “eliminación” de la lepra como un problema de salud público – definido por una tasa de prevalencia de un caso por cada mil habitantes – es la meta. El concepto de erradicación total, que implica, en un sentido estrictamente científico, cero casos en el mundo, es un poco más ambicioso de lograr en un futuro inmediato.
Novartis no cesa de trabajar para lograrlo. De acuerdo con César Casal, Presidente de Novartis Venezuela “… desde el año 2000, el Grupo Novartis, a través de la Fundación de Novartis para el Desarrollo Sustentable, ha donado, a través de la OMS, la terapia multi-droga –clofazime y rifampicin- de alta calidad y sin ningún costo, a todos los pacientes alrededor del mundo”. La OMS calcula que más de 4.5 millones de pacientes, en 115 países, por un costo aproximado de más de USD 40 millones, han sido curados gracias a este programa.
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